El término “obra civil” hace referencia al desarrollo de infraestructuras que satisfacen los intereses y las necesidades de la sociedad.
Se llevan a cabo por la ingeniería civil y sirven para la organización de un territorio a través de la construcción de, por ejemplo, carreteras, puentes, etcétera. De esta forma, aportan un beneficio público a la población de la región y contribuyen al fomento de su calidad de vida. Sin embargo, un proyecto de tal forma es muy complejo y tiene que ser dividido en varias etapas para poder comprender en qué consiste y para garantizar una realización exitosa. Aparte de definir estas etapas, a continuación, se tratarán las características principales de un proyecto de obra civil en más detalle.
Las características más fundamentales de los proyectos de obra civil se pueden derivar de la extensión y complejidad de este tipo de obra. Debido a su tamaño, por ejemplo, requieren de altas cantidades de materiales, recursos humanos y también de recursos técnicos. Eso conlleva, no solo con altos costes de ejecución, sino también hace necesario una planificación y organización precisa y a largo plazo. No obstante, permite también cumplir varios pasos de la realización simultáneamente. A causa de tratarse de una obra de alta extensión, se suele subdividir en tareas de carácter secundario cuya responsabilidad se asume por parte de varias personas diferentes que supervisan y dirigen el proceso de manera parcial. En relación con eso, surge una división correspondiente del proceso en las siguientes etapas.
Lo que siempre debe ser lo primero que se debe realizar, es la definición del motivo o la necesidad que provoca la construcción de la obra. Hay que definir claramente el impacto que la obra tendrá en su entorno para que esta sea adecuadamente justificada. Una vez que se haya estipulado eso, es necesario indicar exactamente el lugar, donde se va a construir la obra. Tan obvio que puede parecer, es muy necesario ya que determina factores muy relevantes como son, por ejemplo, los costes de logística.
Inmediatamente después, hay que realizar un cálculo previo y, según proceda, solicitar un presupuesto de la obra entera o de sus fases particulares. Correspondientemente, el siguiente paso consiste en informarse sobre cuál será la forma más adecuada para financiar la obra. Dependiente del tipo de obra civil, puede ser, por ejemplo, un crédito, préstamo o una subvención. Una vez que se hayan obtenido los permisos pendientes, el proyecto pasará a la fase del diseño. Esta consiste en la elaboración de planos, bosquejos y diagramas que tienen la función de visualizar el proyecto con antelación a su ejecución. En cuanto las tareas y los recursos hayan sido repartidos, el tiempo para la ejecución definitiva finalmente ha comenzado.
Al haber leído este artículo, probablemente queda bastante claro la complejidad de este tipo de obra. Sin embargo, desde GAES Ingenieros nos enfrentamos a las obras civiles con el nivel de experiencia y profesionalidad necesario para que el proyecto se lleve a buen término sin contratiempos.